En México, el término "mordida" se refiere comúnmente a un soborno o una forma de corrupción en la que se ofrece un pago no oficial a un funcionario público para obtener un favor o un trato preferencial en una transacción, trámite o proceso gubernamental.
La práctica de la "mordida" es ilegal y puede ocurrir en diversas situaciones. Esta práctica es perjudicial para la sociedad ya que alimenta y perpetúa la corrupción en las instituciones y afecta negativamente la transparencia y la justicia en el país.